Frente a la información planteada en el aparte de
Estado del Arte y dando continuidad al aspecto del factor económico como
elemento fundamental en la presencia de la problemática de Desintegración
Familiar a continuación se reflejan algunas cifras al respecto de este aspecto:
En la localidad de Kennedy de acuerdo a la encuesta
multipropósito del año 2011 realizada por la
Secretaría Distrital de Planeación y el DANE el 5,1% de los habitantes
de la localidad son pobres de acuerdo al índice de NBI (Necesidades Básicas
Insatisfechas), es decir, que por cada 100 habitantes de la localidad 5 están
en pobreza, porque presentan una o dos (en el caso de miseria) condiciones
inadecuadas como: hacinamiento crítico (3 a 4 personas en una habitación),
servicios sanitarios y viviendas inadecuadas, alta dependencia económica o
Inasistencia escolar, situaciones que impactan las condiciones de salud a nivel
físico y emocional.
La pobreza constituye un círculo vicioso que afecta
el acceso a todos los derechos: educación, vivienda, recreación, salud y
alimentación. El desempleo de un miembro de la familia puede ser la diferencia
entre la línea de pobreza e indigencia, obligando a los miembros menores de la
familia jóvenes e incluso niños a ingresar al mercado laboral y dejar el
colegio, en un círculo vicioso denominado la “trampa de la pobreza”, donde los bajos niveles educativos obligan a
realizar tareas de baja productividad y remuneración y son generadores de
situaciones de trabajo y explotación infantil, como una de las problemáticas
críticas en las UPZ de Patio Bonito y Corabastos.
La localidad de Kennedy cuenta con una Tasa de
Ocupación de 61,77 mas alta comparada con el año 2007 (48,87), significa que
más de la mitad de la población Económicamente Activa se encuentra realizando
alguna ocupación. Sin embargo estos datos se relacionan con un alto porcentaje
de dependencia económica de los hogares hacia
una persona para el cubrimiento de las necesidades básicas, generando
posibles crisis económicas en el momento
que llegue a faltar la cabeza del hogar. La Tasa de Desempleo para el año 2011
fue de 7,30 más baja que la presentada en la Ciudad de Bogotá (9,0)
Las cifras aquí expuestas, son generadoras de desintegración
familiar, pues la angustia y sentimiento de impotencia que genera una situación
de carencia de las necesidades básicas para la familia se traduce en stress y
en caldo de cultivo para que el maltrato y el abuso sean frecuentes. De hecho, las cifras así lo demuestran, pues en
el análisis que en el documento de Diagnóstico de la Localidad, mencionado
antes hizo sobre la salud mental de los pobladores de Kennedy, indica lo
siguiente:
Las cifras de violencia son altas principalmente de
violencia intrafamiliar que de acuerdo con las bases de datos del Sistema de
Vigilancia de la violencia intrafamiliar, maltrato infantil y violencia sexual
(SIVIM) 2008-2012 la etapa de ciclo
vital que reporta mayor número de casos es infancia (0-12años), con más del 50%
de las notificaciones, durante el período analizado las mujeres son las más
afectadas por casos de violencia. En contraste, la madre ocupa el primer lugar
con relación al agresor.
Las cifras de violencia contra la mujer en la
localidad son altas en relación con el sexo masculino, son ellas en mayor
proporción las víctimas en el marco de una sociedad patriarcal que naturaliza
muchas formas de violencia contra la mujer y las silencia, restringiendo el desarrollo integral y
desmejorando la calidad de vida y salud de las mujeres. Aunque en los últimos
años han disminuido las notificaciones por violencia física, han aumentado las
relacionadas con la violencia emocional, y más si tenemos en cuenta que todas
las violencias están acompañadas de violencia emocional, siento este el tipo de violencia que más se reporta.
Es importante tener en cuenta que la negligencia
ocupa un tercer lugar en la notificación, siendo la niñez y
adolescencia las etapas de ciclo más afectadas.
La violencia no es un hecho aislado de los
determinantes estructurales analizados, ya que en este círculo vicioso de
la pobreza se convierte en un mecanismo
de ser en el mundo ante la inequidad
profunda, algunas veces como alternativa de vida por la falta absoluta de
medios de subsistencia y oportunidades de desarrollo, disminuyendo
drásticamente la calidad de vida, porque
vulnera los derechos humanos fundamentales: la vida y la dignidad. En el
territorio entre los y las jóvenes las violencias se manifiestan en pandillas, grupos
de barras futboleras, diferentes culturas urbanas que se relacionan con otros grupos
solo a través de la violencia.
Frente a la información reportada, no es
sorprendente que el embarazo en
adolescentes sea una de las
principales problemáticas de la localidad, por todos los riesgos que genera
para la salud de las gestantes y el bebé, pero también por todas las implicaciones sociales que conlleva en
la reproducción de las situaciones de pobreza y exclusión social y los factores
determinantes de la misma, como la violencia intrafamiliar, el inadecuado uso
del tiempo libre, la falta de oportunidades educativas y laborales para los y
las jóvenes, la falta de comunicación y orientación al interior de la familias,
el desconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, las prácticas sexuales
inseguras y el abuso sexual (embarazo en menor de 14 años tiene esta consideración).
Los niños que nacen en una familia pobre son
víctimas de enfermedades infecciosas que disminuyen sus capacidades para un desarrollo
normal, situación que se complica con deficiencias nutricionales. A esto se
suma el que las necesidades económicas de la familia frecuentemente conducen a
que los niños y jóvenes abandonen fácil y tempranamente sus estudios y se
incorporen a la fuerza laboral para contribuir al mantenimiento del hogar. Ya
de adultos, su escasa educación y capacitación los obliga a realizar tareas de
reducida productividad y baja remuneración. De esta forma, se van entretejiendo
las condiciones que perpetuán la pobreza entre generaciones, como ocurre con
las familias de la localidad dedicadas al reciclaje
No obstante lo anterior, en Kennedy el porcentaje
de nacimientos entre 10 y 14 años fue de 0,4 y de 15 a 19 años fue de 14,9,
principalmente en el Territorio de Patio Bonito que concentra familias en
situación de pobreza, este indicador ha venido disminuyendo desde el año 2008
lo que puede indicar el impacto positivo de las acciones de promoción y
prevención.
Como se observa, las cifras reportadas demuestran
que en la localidad de Kennedy se presenta un círculo vicioso alrededor de las
dificultades económicas que viven muchos de sus habitantes, el muchacho (a) que
crece en la pobreza y necesidad, seguramente crece carente de afecto de sus padres…pues
ellos están trabajando…si es que a él o ella misma no se ha visto obligado (a)
también a trabajar, abandonando la posibilidad de estudiar. Es decir, crece casi que sólo (a) y apenas
encuentra quien le brinde algo de afecto y compañía establece relaciones
afectivas que terminan en embarazos tempranos no deseados y sigue el ciclo de
pobreza, convirtiéndose en una problemática generacional, como dicha
información lo expone.
Hasta ahora, dentro de este recorrido por la
problemática social de esta localidad, se han abordado varios de los factores
desencadenantes de la Desintegración Familiar que se exponen en el Marco
Teórico, tales como el factor económico, el factor social y tangencialmente el
factor afectivo. En cuanto al factor
cultural, entendido este como el nivel educativo de la localidad, a
continuación se observa el resultado del estudio que se efectuó en el Documento
de Diagnóstico de la Localidad:
Kennedy no presentan
diferencias significativas entre la mediana de años de educación entre hombres
y mujeres, sin embargo, el 2,6% y el 2,8% de hombres y mujeres respectivamente
no cuentan con algún tipo de educación y menos de la mitad de la población
presenta algún tipo de nivel educativo superior en la localidad tanto en hombres
y mujeres.

En la localidad de Kennedy los porcentajes más
altos de personas sin educación se ubican
en los rangos de edad entre los 50 y 64 años y la media de educación para los adultos
está entre los 10y 11 años, es decir, todo el ciclo de secundaria y en las
personas mayores es de 4.8 años, logrando solo cursar el ciclo de primaria. El acceso a la educación superior es un tema
crítico para las familias en la localidad; de acuerdo a las bases de datos de
Salud a su Casa del Hospital del Sur desde el año 2008, el porcentaje de
jóvenes y adultos que al menos realizan un semestre de educación superior es
muy bajo y no supera el 4.8% de los individuos caracterizados.
Las cifras anteriores, terminan por cerrar el
círculo de los factores fundamentales de Desintegración Familiar abordados desde
el Marco Teórico expuesto, como es evidente, dentro de la localidad objeto de
revisión el grado de Desintegración Familiar teniendo el estado de los factores
asociados es preocupante.
Frente a lo anterior, este
proyecto de investigación reviste importancia pues a través del desarrollo del
mismo, se pueden confirmar las apreciaciones acerca de los factores de Desintegración
Familiar que afectan este sector de la ciudad de Bogotá y pensar en plantear
algún tipo de estrategia o estrategias de solución o por lo menos de disminución
del impacto en una de las comunidades más grande de la capital del país